Bajo Ibanez SR500 Fretless

Nada más llegar a Canadá me hice con un bajo para no perder soltura y poder seguir practicando. Debido a mi presupuesto limitado compré un Fender Mexico Precision de segunda mano y con él he tirado hasta ahora y seguiré tirando. Aunque he practicado menos de lo que debiera durante este año, el hecho de encontrar una banda me ha mantenido activo.

Siempre he sentido una cierta admiración por los bajos "fretless" (sin trastes) y ya en Madrid compré uno de segunda mano, de gama bastante baja, para poder practicar con él de vez en cuando. Para mi este tipo de bajos presentan dos ventajas: por un lado el sonido que se les puede sacar es distinto al de un bajo con trastes, y por otro me obliga a mejorar la técnica y a tocar con mayor precisión debido a que, al no llevar trastes, has de pisar la cuerda en el punto exacto si quieres que suene bien.

Llevaba ya un tiempo queriendo comprar otro también en Toronto para poder practicar también aquí y llevármelo a algún concierto con la banda. Hace unos días adquirí un modelo de gama media de la marca Ibanez del cual había leído bastantes buenas críticas.

Todavía no he tenido tiempo de probarlo en profundidad pero las primeras impresiones son buenas, se trata de un bajo con electrónica activa, por lo que dispone de ecualización de tres bandas para graves, medios y agudos. Además también cuenta con el típico control de volumen y un control de balance entre las dos pastillas que posee. Muy cómodo de usar ya que es bastante ligero en comparación con el otro Fender que tengo aquí. Y siguiendo la comparación con este, se nota mucho la potencia que da la electrónica activa del Ibanez frente a la pasiva del Fender.

Tengo que seguir probándolo, de momento lo tengo que llevar de nuevo a la tienda para que me lo ajusten correctamente ya que un par de cuerdas trastean un poco.